miércoles, 24 de diciembre de 2014

AI WEIWEI

Arquitecto, artista, actor, escultor, diseñador gráfico, decorador y muchos etcéteras.
Crítico con el consumismo y la falta de memoria, no duda en estampar el logotipo de CocaCola en un botijo de barro (se usaba en los pueblos para enfriar el agua o el vino)
Está en Barcelona, no físicamente, pero sí un gran resumen de su obra. asombrosa, transgresora, siempre crítica.
Después de permanecer 81 dias de arresto en paradero desconocido en 2011, no pude salir del pais porque las autoridades chinas le han retirado el pasaporte. El motivo, sus continuas críticas contra las violacIones de los Derechos Humanos en su país.
Las autoridades chinas consideran desde entonces a Ai Weiwei un "enemigo público" y un "criminal", además está acusado de evasión fiscal y pornografía. Ausente fisicamente, la presencia de este creador apasionado y comprometido se deja sentir por las diferentes salas de este edificio barroco donde se puede ver la exposición On The Table.




La destrucción de barrios, pueblos enteros son arrasados por la mano del nuevo hombre de negocios, la vida es un negocio, con seis o siete cifras que van a parar a los Paraísos Fiscales, robados al pueblo y en nombre del pueblo que ellos mismos se encargan de domesticar.


Maqueta de su Estudio-Taller-Museo ya derribado.
En un golpe de autoritarismo las autoridades derribaron su Estudio, que era Taller y Museo, un ejemplo de diseño por no cumplir Normas Urbanísticas, en un intento de acabar con sus críticas a la Dictadura.


Otro de los símbolos, si se los puede llamar así, son las esculturas que representan en mármol blanco, perfecto, pulido, las cámaras de vigilancia que inundan las ciudades de nuestra sociedad y por ende la sociedad china. Las hemos visto? Ellas a nosotros si.


 Una Sala de la exposición donde se proyectan videos sobre sus instalaciones y forma de expresión crítica.


Entre los iconos que le han dado fama mundial están sus famosas pipas de girasol —cinco toneladas que 1.600 compatriotas suyos crearon en cerámica— de Sunflower Seeds con las que llenó en 2010 la sala de turbinas de la Tate Modern de Londres. Aquí hay apenas un par de miles, pero sirven seguir explicando la metáfora de la sociedad china que giraba entorno a su líder.

Su dedo provocador, acusador. Con mi dedo como simple espectador he querido rendir homenaje a este personaje que lucha por la injusticia de un régimen represivo, retrógrado. Su dedo irreverente enerva las autoridades del régimen chino. Alguien se ha salido de la senda prevista, ha dejado de ser gris y se ha pintado los sentimientos de colores y ha salido a gritar en la calle que nos es justa una sociedad en donde la diferencia entre ricos y pobres es cada vez mayor, en donde la creatividad está dirigida, en donde solo prima el dinero como único valor en alza, pisoteando la ética y cualquier iniciativa que transgreda las reglas. Bravo AI WEIWEI.